Add parallel Print Page Options

Día a día vienen a adorarme
    y pretenden que quieren conocer mi voluntad
como si fueran una nación que hubiera hecho lo correcto
    y nunca hubiera abandonado la ley de Dios.
Me piden decisiones justas
    y están ansiosos de acercarse a mí.
¿Para qué ayunamos, si no lo ves?
    ¿Para qué nos humillamos, si no lo notas?

»Ustedes hacen lo que les gusta hacer en su día de ayuno.
    Explotan a todos sus trabajadores.
El ayuno de ustedes consiste en discutir y pelear,
    en golpearse unos a otros con puños perversos.
No es ese tipo de ayuno el que les servirá
    para hacerse oír en los cielos.

Read full chapter